La fotografía de escultura o pintura requiere una técnica avanzada, debe respetar toda la esencia que el artista ha dado a su obra y no vulnerar ningún detalle de la misma.
La exposición se articula en torno a 35 figuras de pequeño formato realizadas con alambre, material versátil y dúctil, que Gema Beatriz maneja y utiliza como vía propia de comunicación y reconversión en nuevas formas estéticas. En algunos casos este material procede de restos o deshechos, como el material que la autora guardó cuando trabajaba en la restauración del órgano del Pilar.
Estas figuras, a modo de maniquíes o figurines, aparecen en esta exposición vestidas con materiales recuperados de su entorno más inmediato. Un recurso que hasta hace poco resultaba muy habitual en nuestros hogares pero que ahora nos resulta casi desconocido: puntillas de una cortina, un trozo de delantal, pendientes desparejados, cenefas de ganchillo, restos de vestidos& La ropa de todos los maniquíes que se puede ver en esta exposición procede de elementos y tejidos reutilizados que perdieron el uso para el que estaban concebidos, pero a los que Gema Beatriz ha alargado la vida reconvirtiéndolos.